Naturaleza Y Eco turismo
Letonia es uno de los pocos países del mundo donde los ecosistemas naturales, en gran parte tierras vírgenes, aún prósperan en la mitad de su territorio. Es un asilo para turistas que quieran experimentar una tierra en donde la naturaleza y la tradición han coexistido en armonía desde tiempos inmemoriales.
Desde tiempo el país que hoy llamamos Letonia ha atraído a extranjeros - al principio invasores de todas las clases y posteriormente viajeros y aventureros. Por ejemplo, en los años 1830 la región que rodeaba la ciudad de Sigulda fue llamada la “Suiza de Vidzeme” por los viajeros alemanes que comparaban los bancos de piedra arenisca del viejo valle del río Gauja con los del río Elba en Sajonia.
Desafortunadamente, en el siglo veinte Letonia sufrió las dos guerras mundiales, y desde 1940 hasta 1991 fue ocupada y aislada detrás de la Cortina de Hierro por la Unión Soviética. Consecuentemente, Letonia ha sido relegada a un espacio en blanco en los modernos mapas europeos y para los turistas del mundo. Hoy, esta tierra en gran parte desconocida está esperando ser descubierta, preparada para ser revelada como el colorido mosaico que es Letonia.
Diversidad Natural
"Dónde se puede encontrar más diversidad" En Letonia usted encontrará zonas vírgenes primordiales características de Escandinavia, un patrimonio cultural rico comparable a Europa Central y una campiña de serenidad pastoral.
Letonia es una tierra de terrenos diversos, donde los llanos alternan con altillos y con los valles de los ríos. Es tierra de bosques majestuosos, amplios cenagales y aguas claras. Es tierra de prados, campos, arboledas, jardines y parques. Juntas, estas características forman el mosaico único que es el paisaje de Letonia. Es un asilo para el turista que ama la naturaleza, respeta la tradición y tiene un interés en la cultura de los habitantes locales. Es un lugar para los que disfrutan de la interacción social y valoran el sentido del logro que viene de una actitud activa hacia la relajación.
Bosques
Los bosques letones están situados en una zona de bosques mixtos consistentes en árboles de coníferas del norte y hojas caducifolias del sur. Se pueden encontrar bosques de pinos al lado de bosques de tilas, así como un variado espectro de otras especies en todas partes. Debido al clima y al terreno únicos, casi una cuarta parte de los bosques de Letonia crecen en humedales. Muchas de las especies de plantas y animales que pueden sobrevivir solamente en hábitats constantes han encontrado un hogar aquí. La existencia de los bosques de humedal asegura un mayor nivel de diversidad biológica. Varios de los bosques de Letonia cumplen los criterios de un bosque natural. Los bosques de Letonia también producen una fuente rica de bayas, fresas salvajes, arándanos, frambuesas y frambuesos. La temporada de cosecha de bayas es desde finales de junio hasta finales de septiembre. Es también la época para recolectar setas. Las setas más populares son el boleto comestible, el boleto de sombrero naranja, y las espcies de chanterelles y rusulla. Si en los años 30 Letonia era conocida por sus exportaciones de mantequilla y de tocino, hoy se conoce por la exportación de chanterelles. Quitando las tierras privadas claramente marcadas, en la abundancia de los bosques de Letonia, las bayas, las setas y las avellanas son accesibles a cualquier persona.
Áreas Naturales Protegidas
Letonia tiene una larga tradición de conservación de la naturaleza. Las primeras leyes y reglamentaciones referentes al uso de bosques fueron aprobadas desde el 1500 y el 1600. En el 1800 se hizo un esfuerzo para reforestar las dunas costeras bálticas y el golfo de Riga. En el 1900 se iniciaron propuestas para crear áreas de conservación. La primera área protegida en Letonia se econtraba en la región de Kurzeme - Moricsala, una isla en el lago Usma.
El 8,5% de los territorios naturales letones es actualmente protegido por la ley. Hay 4 reservas estatales, 3 parques nacionales, 22 parques naturales, 211 reservas naturales, 6 áreas panorámicas protegidas y 1 reserva de biosfera. Juntos, estos lugares constituyen el legado natural de Letonia; están preparadps para ofrecer al eco-turista una abundancia de experiencias.